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Destino

Ollantaytambo: ¿Qué hace especial a este destino turístico y qué distinciones tiene?

Urbe cusqueña de origen inca fue premiada en 2021 como uno de los mejores pueblos turísticos del mundo.

Existe un lugar en la región Cusco que cautiva tanto como Machupicchu y la propia Ciudad Imperial. Se trata de Ollantaytambo, la urbe también construida por los incas ubicada en el corazón del Valle Sagrado y conocida como “Ciudad inca viviente”, que alberga a uno de los parques arqueológicos más turísticos del Perú.


Gracias al excelente nivel de conservación de su patrimonio arquitectónico, paisajístico, natural y cultural, heredados de un pasado incaico glorioso, sumados a su firme compromiso actual con el desarrollo sostenible a través de turismo, Ollantaytambo ha cosechado importantes distinciones como uno de los “Mejores pueblos turísticos del mundo” y el primer “Pueblo con encanto” del Perú.

Localización

Ollantaytambo se encuentra en la provincia de Urubamba, a casi 60 kilómetros al noroeste de la ciudad de Cusco y a una altitud de 2,792 metros sobre el nivel del mar. Este distrito turístico se divide en dos sectores bien definidos: la ciudad o pueblo y el parque arqueológico, ambos construidos durante el reinado del inca Pachacútec, en el siglo XIII de nuestra era.

La ciudad se asienta junto al río Urubamba o Vilcanota, venerado desde antes de los incas y que contribuye a forjar la impactante belleza del Valle Sagrado. Pese a sus orígenes ancestrales, Ollantaytambo alcanzó el estatus de distrito recién el 2 de enero de 1857, por una ley dada en el gobierno del presidente Ramón Castilla. Su territorio abarca una superficie de 645,25 kilómetros cuadrados y tiene una población aproximada de 11,000 habitantes que se dedican principalmente al turismo, la agricultura y la ganadería.

Posee un clima muy agradable cuya temperatura mínima es de 11°C a 15°C y máxima de 18°C a 23°C, durante todo el año. Como ocurre en todos los valles de la sierra peruana, hay presencia de lluvias estacionales de verano (diciembre-marzo) con vientos de oeste a este durante todo el año, siendo más intensos en los meses de julio a setiembre. 

Origen del nombre

Según investigadores de este lugar, el nombre Ollantaytambo proviene del vocablo aimara Ullanwtawi que significa “Ver hacia abajo” o también “Mirador”. Posteriormente, con la consolidación y expansión del imperio inca el idioma quechua fue predominando en esta zona y el nombre inicial fue cambiado por Ullantay. Al construirse un tambo o alojamiento en la explanada del lugar se adoptó el nombre de Ullantay Tampu para derivar luego en Ollantaytambo, como se le conoce actualmente.

Ciudad inca viviente

La belleza arquitectónica de la ciudad o pueblo de Ollantaytambo queda grabada en la retina desde el primer instante. Tiene un diseño urbanístico bien planificado con el esquema geométrico divido en bloques rectangulares que son el sello constructivo inca. 

Sus estrechas y rectas calles construidas íntegramente en piedra, que invitan a recorrerlas muchas veces, se abren en dirección al río Urubamba y conforman 15 manzanas o “canchas”. El pueblo está dividido en dos zonas por el riachuelo o canal Patacancha. Se trata de Qosqo Ayllu, en el sector oriental, que comprende la plaza central y cuatro calles paralelas al Patacancha. El otro sector es Aracama Ayllu, que comprende la zona occidental de Ollantaytambo y donde se encuentra el parque arqueológico.

Las viviendas, locales y recintos diversos del pueblo de Ollantaytambo, edificados sobre muros incaicos originales, destacan por su excelente estado de conservación durante ocho siglos. Cada manzana o “cancha” está conformada por un conjunto de predios que comparten una misma puerta hacia el patio central. Estos espacios habitacionales han sido ocupados, ininterrumpidamente, desde la época inca.

Su distintivo como “Ciudad inca viviente” responde a la cultura viva que se aprecia en todos sus rincones. Los coloridos trajes típicos que visten sus habitantes, los talleres de textilería de los cuales brotan hermosas prendas como chuyos, ponchos, bufandas, mitones, escarpines, bolsos, junto a muchas otras artesanías que se ofrecen a los turistas, así como la deliciosa gastronomía que tiene a las papas nativas que allí se cultivan como insumo estelar, constituyen el sello que identifica al pueblo de Ollantaytambo.

En el pueblo de Ollantaytambo se encuentra el Centro Andino de Tecnología Tradicional y Cultura de la Comunidades de Ollantaytambo, donde se exhiben muestras de arquitectura, artesanías y tradiciones de sus habitantes.

Ubicación estratégica

Ollantaytambo cumple un rol clave en el mapa turístico cusqueño, dado que allí se encuentra la estación desde donde parten los trenes que conducen a la ciudadela de Machupicchu y el pueblo es punto de conexión con otros atractivos turísticos importantes del Valle Sagrado como Chinchero y Moray, así como las salinas de Maras, los andenes del distrito de Yucay, el Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca, entre otros.

Parque arqueológico formidable

El otro sector de Ollantaytambo y el que concita la mayor fascinación de los turistas es el parque arqueológico del mismo nombre, ubicado en la zona occidental del distrito y donde sobresale una imponente fortaleza que es una considerada una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería inca. Su construcción, al igual que Machupicchu, se remonta a la etapa de mayor expansión del imperio inca, durante el reinado de Pachacútec, en el siglo XIII. 

Durante los primeros años de la conquista española, la fortaleza sirvió de refugio a Manco Inca, quien encabezó la resistencia tras la captura y muerte de Atahualpa. En 1536, las tropas españolas comandadas por Hernando Pizarro se enfrentaron al ejército de Manco Inca en Ollantaytambo. Luego de una cruenta batalla y una tenaz resistencia inca, los conquistadores se vieron obligados a retirarse de la zona por un tiempo.

Los estudios en Ollantaytambo indican que su construcción fue orientada en dirección hacia la ciudad del Cusco, y su estratégica ubicación fue elegida por la existencia de canales de agua subterránea descubiertos en la zona. Los constructores de Ollantaytambo diseñaron un sistema de acueductos que actualmente siguen operativos. Cada fuente de agua fue labrada en roca con características y diseños propios. La más conocida y considerada la más hermosa es la Fuente de la Ñusta, hecha de una sola piedra y decorada en forma de un portal.

En la fortaleza de Ollantaytambo se aprecian seis enormes bloques de piedra de forma rectangular que pertenecen al llamado Templo del Sol. Estos se ubican en una de las zonas más altas del lugar y parecen ser una construcción que ha quedado inconclusa. El monolito más grande mide más de cuatro metros de altura y dos de ancho. La construcción cuenta con una plaza en la cual se ha situado un gran bloque con aristas perfectas, las cuales están orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. Las calles están divididas en líneas rectas por las que solía discurrir el agua a través de los canales. 

Uno de los detalles que más sorprende de Ollantaytambo es que las rocas usadas en su edificación están perfectamente pulidas, con cortes impecables y están intactas, lo que revela que los constructores fueron capaces de trasladar las piedras y transportarlas sin dañarlas, a pesar de que la fortaleza está construida en una pendiente muy elevada. Algo similar a lo que se puede apreciar también en el formidable Machupicchu

Otro lugar interesante es el cerro Pincuylluna, ubicado frente al Templo del Sol de la fortaleza de Ollantaytambo. Allí se puede apreciar estructuras de bloques de piedra superpuestos con seis ventanas de fachadas e igual número de colcas o almacenes incas.

Reconocimientos y distinciones

Los atributos culturales, paisajísticos, naturales, históricos y arquitectónicos que posee Ollantaytambo le han hecho merecedor de varios reconocimientos y distinciones. La más importante es su elección como uno de los “Mejores pueblos turísticos del mundo”, en la XXIV Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que se realizó en diciembre de 2021 en Madrid, España.

Con esta premiación, la OMT distingue a los pueblos de todo el orbe que han demostrado su compromiso con la promoción y la conservación de su patrimonio cultural y con el desarrollo sostenible a través del turismo.

Otro importante galardón a Ollantaytambo es el de primer “Pueblo con encanto” del Perú, otorgado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) este año como un reconocimiento a sus singulares atractivos naturales y culturales. Esta designación, que nace por iniciativa propia del Mincetur, tiene como objetivo promover el reconocimiento de los pueblos con vocación turística, no solo por los diversos atractivos que puedan ofrecer, sino también, por la pasión y entrega de su gente al desarrollo turístico de su comunidad.

Ollantaytambo también ha sido declarado como “Capital mundial de la Indianidad” y su danza Wallata de la cuenca del río Patacancha fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura, el 30 de octubre del 2008. 

Asimismo, la Festividad del Señor de Choquekillka fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en junio de 2017. Tres años después, en junio de 2020, el Parlamento Andino distinguió a la “Escenificación ancestral del Ollantay Raymi” como Referente Cultural Inmaterial de la región Andina.

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