Un equipo de arqueólogos japoneses de la Universidad de Yamagata ha descubierto cuatro nuevos geoglifos en la pampa de Nasca gracias a una tecnología de Inteligencia Artificial conocida como Deep Learning. Estos nuevos hallazgos se suman a los ya localizados en el año 2022.
Desde que se hicieron famosos a finales de la década de 1920, y los vuelos comerciales entre Lima y la ciudad sureña de Arequipa empezaron a normalizarse, las famosas líneas y dibujos que representan figuras humanas, animales y formas geométricas que tapizan los áridos desiertos de Nasca y Palpa han fascinado a arqueólogos, antropólogos, investigadores y a todos aquellos interesados en las antiguas culturas americanas.
Descubiertos en 1927, estos geoglifos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. A partir de entonces, tanto investigadores como aficionados han propuesto diversas hipótesis para dar sentido a estos misteriosos dibujos. Algunos han especulado con que podían constituir algún tipo de vía, proyectos de regadío, imágenes para ser admiradas por los dioses e, incluso, han surgido teorías mucho más peregrinas que apuntan a que podría tratarse de pistas de aterrizaje para naves extraterrestres.
GEOGLIFOS DIVERSOS
Desde el año 2004, un equipo de científicos japoneses dirigido por Makato Sakai, de la Universidad de Yamagata, ha utilizado la Inteligencia Artificial (IA) para sacar a la luz nuevos geoglifos en la vasta extensión de la Pampa de Nasca, que cubre más de 390 kilómetros cuadrados, gracias a imágenes satelitales, fotografías aéreas, escaneo aéreo mediante LiDAR y fotografías de drones.
Los arqueólogos han identificado 142 diseños nuevos en el transcurso de diez años y en colaboración con IBM Japón, Sakai y su equipo han utilizado la IA para buscar los diseños que se pudieran haber perdido en estudios anteriores.
Los geoglifos se clasifican principalmente en tres grupos: figurativos, geométricos y lineales. Los «geoglifos figurativos de tipo lineal», como los han definido los investigadores, se elaboraron eliminando las piedras de color negro en un patrón lineal y exponiendo la arena blanca que había debajo. En cambio, los llamados «geoglifos figurativos de tipo relieve» a menudo se ubican en pendientes y comprenden una combinación de superficies de piedra negra y arena blanca.
TÉCNICAS AVANZADAS
Para elaborar un estudio exhaustivo del área, en 2016 los investigadores utilizaron fotografías aéreas con una resolución de 0,1 centímetros por píxel para identificar numerosos geoglifos. Pero el proceso era muy laborioso, por lo que recurrieron a la IA para poder analizar las imágenes en mucho menos tiempo.
El estudio, publicado en Journal of Archaeological Science, ha desvelado cuatro nuevos geoglifos que representan una figura humanoide, un par de piernas, un pez y un pájaro. El geoglifo humanoide se ha representado sosteniendo un garrote en su mano derecha y mide cinco metros de largo; el geoglifo del pez se muestra con la boca abierta de par en par y mide unos 19 metros, y, finalmente, el geoglifo del ave mide 17 metros y cada una de sus patas, 78 metros.
«Hemos desarrollado una canalización de Deep Learning, o Aprendizaje Profundo (un sistema que se acerca cada vez más a la forma de percepción humana), que aborda los desafíos que surgen con frecuencia en la tarea de detección de objetos de imágenes arqueológicas. Nuestro método permite el descubrimiento de objetivos previamente inalcanzables al permitir que DL aprenda representaciones de imágenes con una mejor generalización y rendimiento», han declarado respecto a su interesante investigación los autores del estudio.
«Además, al acelerar el proceso de investigación, nuestro enfoque hace avanzar la arqueología al introducir un paradigma novedoso que combina la investigación de campo y la IA, lo que da como resultado investigaciones más efectivas y eficientes», concluyen los investigadores.