Entre ellos destacan Machupicchu, Líneas de Nasca, Chan Chan, la Ciudad Sagrada de Caral, Chankillo.
En la 45ª reunión ampliada del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco que se desarrolla hasta el 25 de setiembre en la ciudad de Riad, capital de Arabia Saudita, se inscribió 42 nuevos sitios (33 culturales, 9 naturales) en la Lista del Patrimonio Mundial, con lo que el total asciende a 1,199 (993 culturales, 227 naturales, 39 mixtos). También se decidió la extensión de 5 sitios ya inscritos en la Lista.
Cabe recordar que Perú tiene actualmente 13 sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. A continuación, conoce cuáles son:
Machupicchu
El Santuario Histórico de Machupicchu fue, junto con la ciudad de Cusco, el primer sitio del Perú que ingresó a la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, el 9 de diciembre de 1983. Está catalogado como Patrimonio Mixto (Cultural y Natural).
Ubicado en el distrito de Machupicchu, en la provincia de Urubamba, y con una superficie de 32,592 hectáreas, el Santuario Histórico tiene como su atractivo principal a la ciudadela construida íntegramente en piedra sobre la cúspide de una montaña, a 2,430 metros sobre el nivel del mar.
Conformada con alrededor de 200 estructuras, la ciudadela inca fue edificada en el siglo XV y fue abandonada cuando el Imperio Inca fue conquistado por los españoles en el siglo XVI. No fue hasta 1911 que el complejo arqueológico se dio a conocer al mundo exterior gracias al explorador estadounidense Hiram Bingham.
El complejo arqueológico destaca en medio de un bosque tropical de montaña, en un entorno de extraordinaria belleza. Probablemente fue la creación urbana más asombrosa del Imperio Inca en su apogeo; sus paredes gigantes, terrazas y rampas parecen haber sido cortadas de forma natural. El escenario natural, en la vertiente oriental de los Andes, abarca la cuenca alta del Amazonas con su rica diversidad de flora y fauna.
El valor universal excepcional de Machupicchu radica en que se encuentra entre los mayores logros artísticos, arquitectónicos y de uso del territorio y es el legado tangible más significativo de la civilización Inca.
Ciudad de Cusco
Conocida como la Ciudad Imperial, se ubica a 3,400 metros sobre el nivel del mar y está ubicada en un fértil valle alimentado por varios ríos en el corazón de los Andes centro-sur peruanos de Sudamérica. Está catalogado como Patrimonio Cultural.
Bajo el gobierno del inca Pachacútec, en el siglo XV, la ciudad de Cusco fue rediseñada y remodelada después de un proceso de ocupación preinca de más de 3,000 años, y se convirtió en la capital del Imperio Inca o Tawantinsuyu, que cubría gran parte de Sudamérica, entre los siglos XV y XVI d.C.
La ciudad de Cusco se desarrolló como un complejo centro urbano con distintas funciones religiosas y administrativas perfectamente definidas, distribuidas y organizadas. Los edificios religiosos y gubernamentales estuvieron acompañados de las moradas exclusivas para familias reales, conformando un conjunto urbano simbólico sin precedentes, que muestra una tecnología de construcción en piedra con propiedades estéticas y estructurales excepcionales, como el Templo del Sol o Qoricancha, el Aqllahuasi, el Sunturcancha, el Kusicancha y una serie de edificaciones de muy fina terminación que configuran el recinto inca como una unidad indivisible del urbanismo inca.
La ciudad noble estaba claramente aislada de las áreas claramente delimitadas para la producción agrícola, artesanal e industrial, así como de los barrios circundantes.
Con la conquista española en el siglo XVI, se conservó la estructura urbana de la ciudad imperial Inca de Cusco y se construyeron templos, monasterios y casas señoriales sobre la urbe. En su mayoría fueron de estilo barroco con adaptaciones locales, que crearon una configuración mixta única y de alta calidad que representa la yuxtaposición y fusión inicial de diferentes períodos y culturas, así como la continuidad histórica de la ciudad.
El notable sincretismo de la ciudad es evidente no solo en su estructura física sino también en la expresión artística del Virreinato. De esta manera, se convirtió en uno de los centros de creación y producción de arte religioso más importantes del continente. También es importante por las costumbres y tradiciones de su población, muchas de las cuales aún conservan sus orígenes ancestrales. La ciudad de Cusco ingresó a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco el 9 de diciembre de 1983 como Patrimonio Cultural.
Sitio arqueológico Chavín
Ingresó a la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en 1985 como Patrimonio Cultural. El sitio arqueológico de Chavín dio nombre a la cultura que se desarrolló entre los siglos XV y V antes de Cristo, en la provincia de Huari, departamento de Áncash, en el corazón de los Andes centrales del Perú.
Chavín fue un centro ceremonial y de peregrinaje para el mundo religioso andino y acogió a personas de diferentes latitudes, distancias e idiomas, convirtiéndose en un importante centro de convergencia y difusión ideológica, cultural y religiosa en torno a un culto extendido por un amplio territorio de los Andes, como la costa norte, central y sur, la sierra norte y la selva alta del Perú.
Chavín es uno de los sitios precolombinos más antiguos y más conocidos y representa la expresión más importante de las artes y técnicas decorativas y de construcción de su tiempo.
El carácter ceremonial y cultural del sitio es evidente en su creación arquitectónica, tecnológica y simbólica, que se caracteriza por edificios de piedra de cantera revestida y terrazas artificiales alrededor de las plazas, que contienen un sistema de galerías internas con una intrincada red de respiraderos y desagües sin precedentes en América del Sur.
Los edificios y plazas fueron decorados con exuberante iconografía simbólica antropomórfica y zoomorfa de extraordinaria síntesis estética, tallada en bajorrelieve en lápidas, columnas, vigas y esculturas monolíticas de piedra. El Lanzón, la Estela Raimondi, el Obelisco Tello, el Pórtico Falcónida, la Plaza Circular y las espigas, entre otros, son evidencia del destacado y monumental arte lítico de Chavín. Todas estas características hacen del sitio arqueológico un monumento único de importancia universal.
Parque Nacional Huascarán
Es el primer sitio natural del Perú que ingresó a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, en 1985 como Patrimonio Natural. Situado en la Cordillera Blanca, la cadena montañosa tropical más alta del mundo, el Parque Nacional Huascarán fue creado como área natural protegida por el Estado el 1 de julio de 1975.
Tiene una superficie de 340,000 hectáreas y cubre un paisaje montañoso diverso, con pisos altitudinales que van desde los 2,500 metros sobre el nivel del mar y culmina en 27 picos nevados por encima de 6,000 metros sobre el nivel del mar, entre los que destaca el espectacular nevado Huascarán, el más alto del Perú con 6,768 metros de altitud.
Al apreciar la geomorfología y la sorprendente belleza del paisaje, es fácil pasar por alto que el Parque Nacional Huascarán cuenta también con notables valores de ecosistema y biodiversidad, por lo que fue reconocido por la Unesco como Reserva de Biosfera, el 1 de marzo de 1977.
La amplia gama de ecosistemas y tipos de vegetación incluye pequeños focos de bosques tropicales montanos en algunas de las elevaciones y valles más bajos. Diversos tipos de pastizales y matorrales de páramo y puna son los tipos de vegetación dominantes en la propiedad, en elevaciones más altas en transición hacia la tundra tropical
El Parque Nacional Huascarán es el hogar de la emblemática vicuña, símbolo del reino animal en el Escudo Nacional, que estuvo cerca de la extinción en la década de 1960 pero cuya población se ha recuperado desde entonces, siendo uno de los éxitos de conservación más espectaculares de América del Sur.
La fauna silvestre está representada por el ciervo andino, el puma, el oso de anteojos y el gato de montaña andino. La avifauna cuenta con más de 100 especies registradas, entre ellas el cóndor andino y el colibrí gigante. Por su parte, la flora está representada por la puya de Raimondi, los pastizales y los bofedales, entre otras especies oriundas.
Los primeros habitantes de esta zona dejaron restos de andenes o terrazas agrícolas, así como canales de riego y reservorios de agua o cochas. Además, hay pinturas rupestres, sepulcros de piedra y cuantiosos artefactos líticos.
Complejo arqueológico Chan Chan
Ubicada en el distrito de Huanchaco, provincia Trujillo, el complejo arqueológico de Chan Chan fue el cuarto sitio del Perú incluido, el 28 de noviembre de 1986, en la Lista de Patrimonio Mundial por la Unesco como Patrimonio Cultural.
El reino Chimú, con Chan Chan como su capital política, religiosa y administrativa, alcanzó su apogeo en el siglo XV, poco antes de ser conquistado por los incas.
La planificación de esta enorme ciudad, la más grande construida con adobes en América precolombina, y con una superficie actual mayor a 14 hectáreas, refleja una estricta estrategia política y social, marcada por la división de la ciudad en nueve ‘ciudadelas’ o ‘palacios’ que formaban unidades autónomas.
El 31 de mayo de 2021, el conjunto amurallado Nik An del Complejo Arqueológico Chan Chan y el Museo de Sitio recibieron el sello Safe Travels que los certifica como destinos bioseguros para el turismo.
Parque Nacional del Manu
Es el segundo sitio natural del Perú que ingresó como Patrimonio Natural a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en 1987. El Parque Nacional del Manu es un refugio de biodiversidad de renombre mundial y se encuentra en el punto de encuentro de los Andes tropicales y la cuenca del Amazonas, entre los departamentos de Cusco y Madre de Dios, abarcando la totalidad de la cuenca del río Manu. Fue instituida como área natural protegida por el Estado el 29 de mayo de 1973.
Tiene una superficie actual de 1 millón 716,295 hectáreas, y abarca una gradiente altitudinal desde la vertiente oriental de los Andes, a partir de los 350 hasta más de 4,000 metros sobre el nivel del mar, y llega hasta la selva baja.
En el interior del Parque Nacional del Manu y en sus zonas de amortiguamiento viven comunidades amazónicas, pero también existen grupos indígenas en “aislamiento voluntario” o “contacto inicial”, en condición seminómada y dedicándose a la caza y la recolección.
La inmensa biodiversidad de flora abarca un amplio espectro de especies como los pastizales altoandinos y en los bosques amazónicos están los árboles de castaña, caoba, cedro, lupuna, palo santo, entre otros.
Los registros de fauna son igualmente impresionantes, con más de 1,000 especies de vertebrados, entre ellos 200 especies de mamíferos y 800 especies de aves. Entre ellos destacan la nutria gigante, 13 variedades de primates y ocho de felinos, entre ellos el jaguar, el puma y el gato montés de los Andes.
Parque Nacional del Río Abiseo
Es el segundo sitio del Perú de carácter mixto, después del Santuario Histórico de Machupicchu, en formar parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, ingresando en 1990 como Patrimonio Mixto.
El Parque Nacional Río Abiseo está situado en la provincia de Mariscal Cáceres, en el departamento de San Martín, y fue instituido como área natural protegida el 11 de agosto de 1983.
A lo largo de sus 274,520 hectáreas, el Parque Nacional Río Abiseo no solo alberga varios tipos de bosques y pastizales altoandinos conocidos como Páramo, sino también extraordinarios valores arqueológicos que abarcan al menos ocho milenios de historia humana.
Los científicos consideran que el bosque es parte del “refugio del Pleistoceno”, lo que significa que se cree que la flora y la fauna sobrevivieron y evolucionaron aquí durante períodos de glaciaciones pasadas. Esta es una explicación plausible de la asombrosa diversidad de flora y fauna y el alto grado de endemismo que se encuentra en los bosques y pastizales.
Los numerosos sitios arqueológicos se mezclan armoniosamente con los bosques, cañones, la cantidad y variedad de sitios arqueológicos encontrados indican un nivel significativo de ocupación humana, que se remonta a la era precerámica, alrededor de los 6,000 años antes de Cristo y continuó de manera constante hasta antes de la colonización europea.
Los vestigios arqueológicos se extienden por más de 150,000 hectáreas dentro y alrededor del área natural protegida. Desde 1985 se han registrado 36 sitios arqueológicos, 29 de los cuales están en los pastizales de alta elevación y siete dentro de los bosques montanos continuos dentro del área protegida. Entre los sitios arqueológicos destacan el Gran Pajatén y Los Pinchudos, entre otros.
El área protegida conserva las cabeceras de tres grandes ríos de la cuenca del río Huallaga, un importante afluente del río Amazonas. Tanto los pastizales andinos como los bosques de tierras bajas, montanos y nublados albergan un número impresionante de especies de fauna silvestre, entre las que destaca el mono de cola amarilla, una de las especies de primates más grandes de América del Sur, que durante mucho tiempo se creyó extinta antes de su redescubrimiento científico.
Centro Histórico de Lima
Ingreso a la Lista del Patrimonio Mundial en 1991 como Patrimonio Cultural. La Ciudad de los Reyes fue fundada por el conquistador español Francisco Pizarro el 18 de enero de 1535 en los territorios dominados por el Cacicazgo del Rímac.
Lima fue la capital política, administrativa, religiosa y económica del Virreinato del Perú y la ciudad más importante de los dominios españoles en Sudamérica
El proceso de evangelización trajo varias órdenes religiosas a finales del siglo XVI, las cuales impulsaron la construcción de numerosas iglesias y conventos de gran extensión y sofisticación arquitectónica. Además, se construyeron hospitales, escuelas y universidades. La Universidad de San Marcos fue construida en 1551. En estos lugares se organizaba la vida social y cultural de la ciudad, dando así al Centro Histórico una imagen conventual que caracterizó el perfil urbano de la ciudad hasta la mitad del siglo XX.
Entre las construcciones notables destacan la Plaza de Armas con la basílica catedral, la capilla del Sagrario, el palacio arzobispal, la Plaza de la Vera Cruz, la iglesia de Santo Domingo, y el conjunto monumental de la iglesia y convento de San Francisco.
Líneas y geoglifos de Nasca y Palpa
Las enigmáticas figuras trazadas en el desierto de ambas localidades de la provincia de Ica ingresaron a la Lista del Patrimonio Mundial en 1994 como Patrimonio Cultural.
Situadas en la árida llanura costera peruana, a unos 400 kilómetros al sur de Lima, los geoglifos de Nasca y las pampas de Jumaná cubren aproximadamente 450 kilómetros cuadrados. Estas líneas, que fueron dibujadas en la superficie del suelo entre el 500 a. C. y el 500 d. C., se encuentran entre los mayores enigmas de la arqueología por su cantidad, naturaleza, tamaño y continuidad.
Los geoglifos representan seres vivos, plantas estilizadas y seres imaginarios, así como figuras geométricas de varios kilómetros de largo. Se cree que tenían funciones astronómicas rituales.
Situadas en la árida llanura costera peruana, a unos 400 kilómetros al sur de Lima, los geoglifos de Nasca y las pampas de Jumaná cubren aproximadamente 450 kilómetros cuadrados. Estas líneas, que fueron dibujadas en la superficie del suelo entre el 500 a. C. y el 500 d. C., se encuentran entre los mayores enigmas de la arqueología por su cantidad, naturaleza, tamaño y continuidad.
Los geoglifos representan seres vivos, plantas estilizadas y seres imaginarios, así como figuras geométricas de varios kilómetros de largo. Se cree que tenían funciones astronómicas rituales.
Hay dos categorías de glifos: el primer grupo es representativo, representando en forma esquemática una variedad de formas naturales que incluyen animales, pájaros, insectos y otras criaturas vivientes y flores, plantas y árboles, figuras deformadas o fantásticas y objetos de la vida cotidiana. Hay muy pocas figuras antropomorfas.
El segundo grupo comprende las líneas, que generalmente son líneas rectas que atraviesan ciertas partes de la pampa en todas direcciones. Algunos tienen varios kilómetros de longitud y forman diseños de muchas figuras geométricas diferentes: triángulos, espirales, rectángulos, líneas onduladas, etc. Otros irradian desde un promontorio central o lo rodean.
Centro Histórico de Arequipa
Fundada en 1540, el Centro Histórico de la ciudad de Arequipa fue inscrito oficialmente como Patrimonio Cultural en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco en el año 2000.
La ciudad fue edificada en una hermosa campiña al pie de tres volcanes nevados: Misti, Chachani y Pichu Pichu, y representa la respuesta integrada de manos nativas y técnicas constructivas con diseños europeos, expresada en el admirable trabajo de maestros y albañiles nativos.
Con sus edificios construidos principalmente en roca volcánica blanca conocida como sillar, el Centro Histórico de Arequipa exhibe una arquitectura donde destacan robustos muros, arcos, pórticos, bóvedas, patios y espacios abiertos, así como una fuerte influencia indígena en la intrincada decoración barroca de sus fachadas.
El Centro Histórico de Arequipa consta de 49 edificaciones originales de arquitectura española, entre iglesias, conventos, casonas, entre otros predios.
Ciudad Sagrada de Caral
La sede de la civilización más antigua de América ingresó a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco el 28 de junio de 2009 como Patrimonio Cultural.
Este sitio arqueológico de 5,000 años de antigüedad y 626 hectáreas de superficie está situado en el distrito de Supe, en la provincia limeña de Barranca, emplazada en una terraza desértica en medio del verde valle del río Supe. Su aparición se remonta al período Arcaico Tardío de los Andes centrales.
La Ciudad Sagrada de Caral está excepcionalmente bien conservada y es impresionante en términos de su diseño y la complejidad de su arquitectura, especialmente sus monumentales plataformas de piedra y tierra, así como sus patios circulares hundidos y sus grandes estructuras piramidales.
El 29 de junio de 2021 la Ciudad Sagrada de Caral recibió el sello Safe Travels que la acredita como destino turístico bioseguro.
Qhapaq Ñan El complejo sistema vial andino de origen prehispánico ingresó como Patrimonio Cultural a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco el 21 de junio de 2014, durante la 38 Reunión del Comité de Patrimonio Mundial, reunido en Doha, Qatar
Se trata de una red de caminos de más de 60,000 kilómetros de extensión que abarca los territorios de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, países que trabajaron en conjunto y arduamente para presentar una sola postulación de un sitio cultural, marcando un hito en la historia del organismo mundial en sus 40 años de existencia.
Son 780 kilómetros y 291 sitios los declarados Patrimonio Mundial en la categoría de Itinerario Cultural. En el Perú, fueron incorporados un total de 250 kilómetros de caminos, 81 sitios arqueológicos y 156 comunidades asociadas a la vialidad del Camino Inca, convirtiéndose en el eje de una integración sudamericana.
La declaratoria del Qhapaq Ñan como Patrimonio Mundial significa el reconocimiento a nivel internacional de esta obra maestra de ingeniería, gracias a su Valor Universal Excepcional, propiciando su preservación, conservación, protección y revalorización, así como de las expresiones culturales asociadas al camino, mediante la gestión participativa de las comunidades aledañas y el Estado. Además, representa el reconocimiento a su gente, a sus tradiciones ancestrales, patrones de uso, valores y principios.
Observatorio Solar de Chankillo
Es el décimo tercer y más reciente sitio del Perú en ingresar a la Lista del Patrimonio Cultural de la Unesco, oficializado el 27 de julio de 2021, catalogado como Patrimonio Cultural.
Chankillo es considerado como el observatorio solar más antiguo de América, el único en el mundo de escala monumental y el más completo cuyos arquitectos, que vivieron aproximadamente hace 2,400 años, diseñaron trece torres ubicadas sobre una colina.
Observadas desde un punto en el centro ceremonial cercano, estas torres permiten apreciar el desplazamiento del sol a lo largo del año, lo que permitió medir el tiempo con gran precisión.
El Observatorio Solar de Chankillo reúne valores astronómicos, arquitectónicos paisajísticos y científicos únicos en el mundo, estrechamente vinculados al territorio y el paisaje en el que se insertan. Su excepcional emplazamiento en el borde del valle, en la zona de contacto entre el desierto y el oasis agrario, y su integración visual e interpretativa con la cordillera de los Andes como expresión de la medición del tiempo a través del paisaje, configuran un paisaje astronómico de notable pureza formal y funcional.
La vinculación del Observatorio Solar de Chankillo con el Templo Fortificado, otra estructura arquitectónica del complejo arqueológico construida sobre una colina próxima de mayor altitud y visibilidad, evidencia un proceso de mayores implicancias del conocimiento astronómico como parte de un culto solar sobre el que se sustentaba la jerarquía social establecida durante el periodo formativo de los Andes centrales.