
Visitar Lambayeque es descubrir un conjunto armonioso de atributos geográficos, culturales, históricos, gastronómicos, entre otros, que convierten a este departamento norteño en uno de los destinos preferidos de los viajeros peruanos y extranjeros. ¿Cómo se expresan estos notables aspectos que encandilan a los turistas y que contribuyen a generar una experiencia maravillosa e inolvidable?
A continuación, conoce los aspectos más emblemáticos que convierten a Lambayeque en un importante destino turístico peruano.
Historia milenaria
La región Lambayeque aglutina una de las más ricas herencias culturales e históricas del Perú. Epicentro de las importantes culturas Lambayeque o Sicán y Mochica, alberga imponentes edificaciones que sobreviven a los tiempos y también a los mejores museos del norte peruano, siendo uno de los destinos claves en la Ruta Moche.

Entre los vestigios del esplendor precolombino que pueden apreciarse en Chiclayo destaca el complejo arqueológico de Túcume y el valle de las Pirámides, situado a 33 kilómetros al norte de la ciudad de Chiclayo, en la parte baja del valle de La Leche, al noroeste de Perú. Está formada por los restos de numerosas pirámides o huacas de adobe, en torno a una estructura rocosa conocida como el Cerro La Raya.

Fue uno de los centros administrativos y ceremoniales de la cultura Sicán o Lambayeque, y data del siglo XI de nuestra era. Fue anexada sucesivamente al reino Chimú y luego al imperio incaico, y se mantuvo vigente hasta la época de la conquista española.

Hablar de Chiclayo es referirse indudablemente al descubrimiento de la tumba del Señor de Sipán, suceso ocurrido el 20 de julio de 1987 y considerado un hito trascendental para la arqueología mundial, solo comparado con el hallazgo de la tumba del faraón egipcio Tutankamón a inicios del siglo XX.
Los cuantiosos tesoros descubiertos en Lambayeque se atesoran en los museos Brüning y Tumbas Reales de Sipán, ubicados en la ciudad de Chiclayo. El museo Brüning, inaugurado el 10 de julio de 1921, es el más antiguo del norte peruano y es pionero en la investigación, conservación, defensa y puesta en valor del rico patrimonio cultural de Lambayeque. Lleva el nombre de su gestor, Hans Heinrich Brüning, ciudadano alemán que llegó al Perú a principios de 1870 y por más de 50 años desarrolló una esforzada e indesmayable labor en defensa de la herencia cultural precolombina.

Por su parte, el museo Tumbas Reales de Sipán, inaugurado en 2022, está dedicado a la investigación, protección y difusión de los más importantes descubrimientos arqueológicos realizados en Sipán.

El museo exhibe las joyas reales que conforman los ajuares funerarios de los principales personajes de la élite mochica. Entre ellos destaca el Señor de Sipán, descubierto en 1987.
Recursos naturales excepcionales
Lambayeque posee un conjunto de lugares naturales de excepcional belleza, entre los que destacan sus bellas playas y balnearios como Pimentel, que cuenta con el muelle más largo del Perú y que combina el atractivo de sus olas con excelentes restaurantes que elaboran deliciosos potajes a base de pescados y mariscos.

Asimismo, destaca el Santuario Histórico Bosque de Pómac, área natural protegida por el Estado que alberga un bosque seco biodiverso, cuna de historia preinca y naturaleza viva hasta nuestros tiempos. La cultura Sicán dejó en Pómac una huella imborrable de su riqueza cultural y de su notable conocimiento en el manejo sostenible del entorno natural.

Esta área protegida alberga casi 6,000 hectáreas de bosques de algarrobo, especie endémica de la costa norte peruana. Durante el recorrido podemos conocer el lazo existente entre esta cultura y su entorno natural, dos elementos que se unen para crear un paisaje cultural único, que comprende, además, diversas especies de aves endémicas y la mayor cantidad de pirámides prehispánicas de Sudamérica.

Bajo la amenaza de la agricultura ilegal, la tala y otras actividades clandestinas, el Gobierno nacional, regional y local, junto al sector privado, las organizaciones no gubernamentales, la Academia y la población local iniciaron acciones para preservar y restaurar las áreas degradadas para recuperar la integridad de los 1.706. 47 hectáreas de ecosistemas afectados.
Hospitalidad única
El bien ganado título de “Capital de la amistad” es lo primero que resalta cuando conocemos a los habitantes de Lambayeque. Y no es ninguna exageración. Desde el primer saludo del día, pasando por las maneras de solicitar algo o atender a los visitantes, se siente la calidez y hospitalidad de los lambayecanos. Atentos y sonrientes, siempre se expresan con cariño y disponibilidad que contagian y que llegan a ser la mejor carta de presentación de esta generosa población del norte peruano.

Cruz de Chalpón
También conocida como Cruz de Motupe es un símbolo de la religiosidad popular con una larga tradición de más de 150 años que ha trascendido el ámbito de Chiclayo y de la región Lambayeque y cada vez más concita, a inicios del mes de agosto, la presencia de visitantes de todo el Perú y del extranjero atraídos por esta singular manifestación de fe y cultura regional.

Durante el recorrido de la Cruz de Motupe es constante la presencia de diversos homenajes que hacen las autoridades y pobladores locales, acompañadas de bandas de música, fuegos artificiales, además de las misas celebradas en su honor.

Esta tradicional festividad se complementa con ferias gastronómicas y artesanales, además de serenatas artísticas a la cual asisten importantes músicos de la región

La venerada cruz empieza su retorno al cerro desde Motupe, el 14 de agosto, protagonizando un recorrido en procesión con la compañía de cientos de fieles.
Gastronomía única
Bendecida con un mar rico en diversidad de peces y otros productos hidrobiológicos, y también con campiñas de las cuales brota una ingente variedad de cultivos oriundos y con denominación de origen como el emblemático zapallo loche, la cocina lambayecana nos ofrece una vasta gama de preparaciones cuya originalidad se atesora en sus picanterías y chicherías, auténticos santuarios del sabor y del saber.

Sin embargo, y felizmente también, se conserva y pone en práctica este conocimiento y símbolo de identidad en muchos hogares de Lambayeque donde se puede saborear suculentos platos típicos como los célebres “Chinguirito”, “Espesado”, “Arroz con pato”, “Pepián de pavo”, “Causa a la chiclayana”, «Palabritas», «Langoraya», entre otros, y deliciosos postres como el emblemático “King Kong” y los irresistibles “Dulce de zapallo loche” y las “Tortitas de choclo”, por citar algunos manjares que conquistan paladares.