Machupicchu es no solo el anhelo de millones de viajeros en el mundo deseosos de conocer y maravillarse con la enigmática y formidable ciudadela inca, sino también de aquellos amantes del turismo de aventura que, además de llegar, quieren vivir la experiencia de recorrer a pie el también extraordinario tramo del Camino Inca que conduce a este formidable destino de ensueño.
Por ello, la caminata a Machupicchu es considerada entre las mejores vacaciones de aventura de todo el mundo por las prestigiosas publicaciones internacionales de viajes y turismo Travel + Leisure y Condé Nast Traveler.
En el artículo titulado “Las 10 mejores vacaciones de aventura en todo el mundo”, la revista Travel + Leisure destaca que, si la idea de caminar a través de un paisaje desolado de montañas escarpadas y una jungla exuberante parece atractiva, entonces tal vez sea hora de considerar el trekking o excursionismo a Machupicchu en la lista de deseos.
“Una colorida mezcla de paisajes espera a los excursionistas en la caminata Salkantay, una alternativa agradable y sin multitudes al popular Camino Inca que conduce a esta maravilla arqueológica. El itinerario clásico de cinco días comienza escalando la montaña Salkantay, la duodécima más alta del Perú. Es un trabajo duro, pero las endorfinas que te saludan en la cima del paso (sin mencionar esas vistas) serán recompensa suficiente. Desde allí, se dirigirá a las delicias del ‘bosque nuboso’ del Valle Sagrado, donde cruzará bajo cascadas, practicará tirolesa y dormirá en tiendas de campaña sencillas con todas las comidas atendidas por un equipo de guías trabajadores”, resalta.
“Cuando finalmente llegue a Machupicchu (al amanecer, nada menos) en el quinto día, se sentirá menos como un elemento de la lista de deseos y más como la continuación natural de un paisaje que, después de dormir al aire libre y compartir comidas con locales con los que te sentirás íntimamente conectado. Disfruta de la vista desde lo alto, te lo has ganado”, enfatiza finalmente Travel + Leisure.
Machupicchu integra esta selecta lista de destinos ideales para el turismo de aventura junto con Umbría (Italia), los Alpes (Suiza), Port Lincoln (Australia), Colorado, Parque Nacional Yosemite y Hawái (EE.UU.), Cayo Ambergris (Belice), Parque Nacional Tikal (Guatemala) y Dubái (Emiratos Árabes).
Por su parte, Condé Nast Traveler afirma en el artículo titulado “28 aventuras para viajar…”, que la subida a Machupicchu es una de las mejores experiencias de viaje de aventura que pueden vivirse en la vida.
“La lista de visitas obligadas de ningún aventurero está completa sin Machupicchu, la famosa ciudadela inca ubicada en los Andes. Si bien se puede acceder al sitio en tren y autobús, los viajeros más activos pueden realizar la caminata de cinco días a lo largo de todo el Camino Inca de 26 millas de largo. O puedes dejarte en el kilómetro 104 y realizar toda la experiencia en 24 horas”, sostiene Condé Nast Traveler.
Camino inca hacia Machupicchu
Considerada como la mejor ruta de excursionismo en Sudamérica, esta parte del Gran Camino Inca o Qhapaq Ñan conduce, a través de varios tramos, a Machupicchu, Patrimonio Mundial y una de las siete nuevas maravillas del mundo.
El tramo más largo se inicia en Piscacucho, a la altura del kilómetro 82 de la línea férrea hacia la formidable ciudadela inca. Atraviesa diferentes ecosistemas, colosales sitios arqueológicos y parajes ricos en flora y fauna, hasta llegar al complejo arqueológico y estandarte turístico del Perú.
Asimismo, existe otra ruta en el camino a Choquequirao, también en Cusco, distrito de Santa Teresa, provincia de La Convención. La ruta se inicia en el poblado de Cachora, en la región Apurímac, ubicada a 2,900 metros sobre el nivel del mar. A través del recorrido es posible apreciar los impresionantes paisajes del río Apurímac hasta llegar al complejo arqueológico de Choquequirao.
Otras dos rutas fabulosas son continuar la caminata desde Choquequirao hacia Machupicchu y recorrer el sendero que une el nevado Ausangate y la montaña de siete colores o Vinicunca.
Trayecto Choquequirao-Machupicchu
El recorrido a pie por esta ruta de 115 kilómetros demanda ocho días y tiene un nivel de dificultad calificado como “desafiante” debido a los diversos pisos altitudinales, que van desde 2,000 a 5,085 metros sobre el nivel del mar, los que pueden provocar “soroche” o mal de altura si no se realiza una adecuada aclimatación ni se posee la preparación física necesaria.
Las agencias de viaje ofrecen programas que comienzan habitualmente en un viaje en bus (3 horas) desde la ciudad del Cusco hacia el pueblo de Cachora en el departamento de Abancay. A partir de allí empieza el primer día de caminata, de 4 ó 5 horas, hasta la denominada Playa Rosalina donde se acampa y cena.
El segundo día se parte muy temprano rumbo al caserío de Marampata (4 ó 5 horas) donde se almuerza. Después se prosigue con una corta ruta (1 hora y 30 minutos) para llegar por la tarde al recinto arqueológico de Choquequirao. Este sitio arqueológico inca, considerado “hermano menor” de Machupicchu por su diseño y características constructivas y cuyo nombre en quechua significa “Cuna de oro”, se ubica a 3,050 metros sobre el nivel del mar en la cordillera de Vilcanota.
Esta ciudadela, a la que se puede acceder por dos rutas desde las regiones de Cusco y Apurímac, se extiende a lo largo de tres cerros y hasta el momento se han identificado 12 sectores. Las investigaciones arqueológicas estiman que aún falta descubrir más edificaciones, dado que solo se ha excavado el 30 % de toda su área. En la urbe destaca el centro ceremonial, que es una gran plataforma a la que se accede atravesando una puerta de doble marco. Asimismo, existen dos plazas principales, templos, fuentes de agua, canales, talleres, almacenes, residencias de élite y otros predios que parecen haber tenido un uso administrativo.
Otra de las estructuras impresionantes de Choquequirao es una enorme escalera que al amanecer del solsticio de verano es iluminada completamente por los rayos del sol. Si bien todas las edificaciones son de piedra, algunas de ellas estuvieron cubiertas de arcilla tanto al interior como por fuera, por lo que exhiben un color anaranjado claro.
El tercer día de la excursión comienza con una exigente subida al sector de Río Blanco (3 horas aproximadamente) donde se realiza una pausa para almorzar. Luego se prosigue la caminata hasta el sector de Maizal, donde se acampa y cena. El cuarto día se asciende por espacio de 3 horas al abra de Yanama, conocido también como el abra Victoria. Después se desciende hasta las minas Victoria, lugar donde se extraía plata y el cual está actualmente abandonado. Luego del almuerzo se desciende hasta el campamento de Yanama donde se pasa la noche.
El quinto día se desciende por unas vertientes donde se aprecia la abundante flora y fauna característica del lugar hasta llegar a la zona denominada Totora, donde se hace una pausa para almorzar. A continuación, se avanza hasta el campamento de Collpa, sitio donde existen productos ofrecidos por la población.
El sexto día continúa el descenso por la vertiente oriental de los Andes hasta llegar al campamento La Playa, llamado así por la hermosa catarata que refresca a los visitantes. Luego se realiza un recorrido por cafetales y platanales.
La séptima jornada de la travesía comienza muy temprano con una caminata de alrededor de cinco horas hasta llegar a la estación ferroviaria Hidroeléctrica, muy cerca del distrito de Machupicchu pueblo. Luego de un almuerzo se recorre por dos horas paralelamente al río Vilcanota hasta arribar y pernoctar en el distrito de Machupicchu pueblo, ubicado al pie de la montaña en cuya cima se encuentra la ciudadela inca, Patrimonio de la Humanidad y una de las siete nuevas maravillas del mundo.
El octavo y último día está destinado a conocer el sitio arqueológico de Machupicchu. Luego del recorrido por la edificación inca, el visitante inicia el retorno a la ciudad de Cusco en tren hasta la estación de Ollantaytambo y luego en bus.