Atractivos que identifican a uno de los más fascinantes destinos del sur peruano
La celebración del 484 aniversario de fundación española de la ciudad de Arequipa constituye una excelente oportunidad para viajar y recorrer uno de los destinos más fascinantes del sur peruano. La Ciudad Blanca nos ofrece una serie de atractivos que cautivan todos los sentidos y permiten realizar muchas de las modalidades de turismo.
Aunque resulta muy difícil conocer y apreciar en una primera o corta visita todos los emblemáticos lugares que existen en la segunda urbe más importante del Perú, hemos seleccionado siete lugares de imperdible visita que identifican a la ciudad de Arequipa.
Centro Histórico
El 2 de diciembre del año 2000, el Centro Histórico de la ciudad de Arequipa fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad en mérito a su belleza arquitectónica y la reserva paisajista de su campiña.
Construidos con la roca volcánica llamada sillar, los edificios del Centro Histórico de Arequipa son representativos de la fusión de las técnicas de construcción europeas y autóctonas, plasmadas en el trabajo admirable de los arquitectos y maestros de obras españoles y los albañiles criollos e indígenas.
Esa fusión se patentiza en los robustos muros de las edificaciones, las arcadas y bóvedas, los patios y espacios abiertos, y la compleja decoración barroca de las fachadas
En su evaluación para otorgar el reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Unesco considera que el Centro Histórico de Arequipa posee un valor universal excepcional y cumple con dos criterios: representar una obra maestra del genio creativo humano; y ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustra etapas importantes de la historia de la humanidad.
Plaza de Armas
Punto de partida y núcleo de la vida urbana alrededor del cual se desarrolla la Ciudad Blanca, una de las más majestuosas del Perú. Es reconocida por la armonía y simetría de su arquitectura, rodeada de forma paralela por la catedral, y tres lados con doble arquería formado por portales labrados de granito y sillar, así como bóveda de ladrillo, desde la cual también se puede observar la basílica catedral.
En su centro se ubica una pileta y sobre ella el recordado “Tuturutú”, estatua que personifica a la ciudad de Arequipa. En su contorno, primorosas estructuras de sillar con bellos portales y arquerías, entre los que se ubican el Portal de Flores, Portal de la Municipalidad y Portal de San Agustín. De igual forma, se puede apreciar la imponente Catedral y el Templo de La Compañía.
Basílica Catedral de Arequipa
Ubicada frente a la Plaza de Armas, es uno de los primeros monumentos religiosos del siglo XVII en la ciudad. Se construyó en sillar, piedra de origen volcánico con bóvedas de ladrillo, y su arquitectura es de estilo neorrenacentista. Preserva objetos invaluables como un púlpito traído desde la ciudad francesa de Lille y un órgano monumental que llegó desde Bélgica, de 15 metros de alto.
Construida por primera vez de 1621 a 1655. Refaccionada totalmente en 1844 después de un incendio. Modificada en varias ocasiones a causa de los terremotos que ha sufrido la ciudad, en su interior se destacan obras de arte como el altar mayor de mármol, elaborado por el español Felipe Moratilla, el púlpito de madera tallado por el francés Buisine Rigot, y el monumental órgano belga de Francoise Bernard Loret, entregado el 18 de marzo de 1854. Su capilla del Señor del Gran Poder es visitada frecuentemente por fieles devotos de la ciudad.
La basílica catedral de Arequipa cuenta en su interior con el museo más importante y tradicional de la Ciudad Blanca. En él se conservan piezas que hablan al presente de una historia de 484 años y del crecimiento de una ciudad a la luz de su fe cristiana católica.
El museo de la catedral atesora arte religioso, objetos litúrgicos, enriquecidos con metales y piedras preciosas y trabajados, en su mayoría, con la habilidad heredada de nuestros antepasados prehispánicos. Dentro de las piezas expuestas se destaca la custodia “La Moratilla”, elaborada por el orfebre español Francisco Moratilla, platero de cámara de la Reina Isabel II. Premiada en la Exposición de la Industria Española y en la Exposición Universal de Londres en 1851. También se exponen también obras de arte del estilo manierista, barroco y de la escuela de arte cusqueño. Asimismo, destacan las esculturas en madera, de origen belga, de 10 de los 12 apóstoles.
Una de sus salas de exhibición está dedicada a las obras de arte del pintor peruano Francisco Laso. Artista nacido en Tacna en 1823, vivió su infancia y adolescencia en Arequipa, y posteriormente viajó a París para estudiar arte. A su regreso a Perú se dejó cautivar por la cultura indígena, lo cual marcó radicalmente su expresión artística. Es considerado el predecesor del indigenismo, corriente artística peruana de inicios del siglo XX, que se encargó de revalorar este mundo indígena recreándolo mediante el arte.
La visita al museo culmina con la subida al campanario de la catedral. Una oportunidad única para contemplar desde esta altura y desde su centro la ciudad de Arequipa y los volcanes que la rodean. El ingreso al museo es por el portal lateral de la calle Santa Catalina. El horario es de lunes a sábado, de 10:00 a 16:15 horas.
Monasterio de Santa Catalina
Es el principal atractivo turístico y por ende el lugar más visitado de la ciudad de Arequipa. Su belleza arquitectónica es impresionante y es el mejor ejemplo del esplendor del Perú virreinal.
Construido para albergar a las hijas de las familias más distinguidas de la ciudad con vocación religiosa, el monasterio fue inaugurado como un convento de clausura absoluta, y así se mantuvo hasta 1970. Ocupa un área aproximada de 20,000 metros cuadrados y su distribución es similar a la de los primeros barrios de Arequipa.
En su interior acoge valiosas pinturas coloniales de la escuela de arte cusqueño, tallados e imágenes, objetos de culto y bien conservados ambientes propios de la vida cotidiana de hace más de cuatro siglos.
Miradores
Si se desea tener una vista panorámica de la ciudad de Arequipa, de su bucólica campiña y de sus tres volcanes tutelares el Misti, el Chachani y el Pichu Picchu, lo mejor es acudir a los miradores de Yanahuara, Sachaca, Chilina, La Rinconada y Patapampa. En todos ellos el ingreso es libre.
El mirador de Yanahuara se ubica a 2 kilómetros del centro de Arequipa. Construido a mediados del siglo XIX y a la que se accede subiendo unas escalinatas, destacan sus arcos construidos con sillar y que llevan grabadas frases que rinden homenaje a la Ciudad Blanca. A unos pasos de allí está la plaza principal, donde se levanta una hermosa iglesia construida en el 1750, así como un conjunto de viviendas construidas, al igual que el templo, con sillar.
Por su parte, el mirador de Sachaca, ubicado en el distrito del mismo nombre y construido en un cerro rodeado de vegetación, tiene una estructura formada por cinco pisos a los que los visitantes pueden subir para obtener una amplia vista de la ciudad.
También puede visitarse el mirador de Chilina, en el distrito de Cayma y junto al río Chili, rodeado de abundantes áreas verdes. Permite una vista del norte de Arequipa y también de la reserva ecológica de Chilina.
Finalmente, están los miradores de La Rinconada y Patapampa. El primero de ellos se encuentra en el pueblo de Carmen Alto, a tan solo seis kilómetros de la Plaza de Armas de Arequipa e ideal para apreciar la ubérrima campiña. En tanto, el segundo es el más alto de los miradores con una altitud de 4,500 metros sobre el nivel del mar y es ideal para apreciar no solo la ciudad sino también la belleza de grandes nevados como el Walka Walka, el Ampato y el Sabancaya.
Museo Santuarios Andinos
Recinto cultural de la Universidad Católica de Santa María, cuyo mayor atractivo es la Dama de Ampato, más conocida como la “momia Juanita”. Se trata del cuerpo de una adolescente, de 12 o 14 años, enterrada en la época Inca, que fue encontrada en la cima del volcán Ampato por el andinista Miguel Zárate, el arqueólogo José Chávez y el antropólogo Johan Reinhard, el 8 de setiembre de 1995.
Según los especialistas, es muy probable que la adolescente, cuyos restos fueron hallados congelados en la cumbre del mencionado nevado, haya muerto de un golpe en la sien con una macana de granito de cinco puntas, como parte de una ofrenda al Apu Ampato hace unos 500 años.
El museo cuenta con una sala de exhibición introductoria, donde se muestran textos y presentaciones sobre el proyecto santuarios andinos, la cronología y los Incas, época que se dio este ritual denominado “Capac Cocha” (1,400 – 1500 d.C.), y otras cinco salas donde se expone cerámica, metales, textiles y orgánicos, como parte de su contexto funerario de “Juanita”. El horario de atención es martes, miércoles, jueves, viernes y sábado, de 09:00 a 18:00 horas y los domingos de 09:00 a 14:00 horas.
Volcán Misti
A 20 kilómetros al noreste de la Ciudad Blanca se encuentran las faldas del volcán. El Misti, con sus 5,825 metros sobre el nivel del mar, es la imagen tutelar de la ciudad. Desde lo alto de su cumbre es posible observar la ciudad de Arequipa, el valle del río Chili y los volcanes vecinos Chachani y Pichu Pichu.
En su cúspide hay una gran cruz hecha con rieles ferroviarios de acero, colocada en el año 1900 con motivo del cambio de siglo. Hay dos rutas para visitar al volcán. Una es a través del pueblo de Chiguata, desde donde se inicia una caminata hasta la base del Misti y se duerme en un campamento para iniciar el ascenso apenas sale el sol. La otra es hacerlo desde la Reserva de Aguada Blanca. Está a tres horas en auto desde la ciudad de Arequipa. En esta hermosa área natural poblada por vicuñas y otros animales silvestres se comienza una empinada subida a la cima del volcán que demanda alrededor de ocho horas y es algo más dificultosa que la opción anterior.
Picanterías
La originalidad de la culinaria arequipeña trasciende al tiempo gracias, principalmente, a sus picanterías, auténticos santuarios del sabor y del saber que conservan el ADN de esta gastronomía regional, manteniendo incólumes las tradiciones que expresan las recetas heredadas de generación en generación.
Son famosas las picanterías arequipeñas de Yanahuara, Sachaca, Tiabaya y Cerro Colorado, como “La Lucila”, “La Palomino”, «Tradición Arequipeña» y “Sol de Mayo”, donde el comensal puede percibir los encantadores aromas y degustar con deleite celestial los sabores que brindan potajes como los ya mencionados y muchos otros que brotan de los fogones donde aún se cocina con leña, una fuente de calor natural que intensifica el aroma y sabor de los insumos en las comidas.
En abril de 2014, el Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a las picanterías de Arequipa y en 2019 la Unesco nombró a Arequipa miembro de la Red Mundial de Ciudades Creativas en Gastronomía.