A seis kilómetros al sur de la ciudad de Puno, se ubica el centro poblado de Jayllihuaya. Dentro de ese territorio se halla una maravilla natural por conocer, que se caracteriza por tener gigantescas formaciones rocosas que parecen haber sido moldeadas por la mano del hombre.
Las formaciones pétreas de diversos tamaños y formas, se encuentran en toda la cadena de cerros que rodea la zona. Allí las rocas tienen formaciones de figuras de animales y de humanos, una maravilla natural que fascina a los amantes de la naturaleza y aventura.
“Estamos elaborando un plan de promoción y difusión, con el fin de que Jayllihuaya sea reconocida como nuevo circuito turístico que comprende tres productos turísticos: aventura, místico y ecológico”, indicó Fredy Inquilla Santos, alcalde de la Municipalidad del centro poblado de Jayllihuaya.
Explicó que por las características que presentan las formaciones pétreas, es una zona apropiada para hacer trekking, visita a lugares sagrados en que se realizan ceremonias rituales, y la visita a los biohuertos familiares de producción de hortalizas orgánicas.
El lugar más asombroso, es el mirador natural de Phaquqahua, una zona mística y sagrada con espectacular vista panorámica hacia lago Titicaca. Desde lo alto de la cumbre, uno puede observar cómodamente la puesta del sol.
Durante el recorrido por este majestuoso paisaje natural, también podrás ver las espectaculares formaciones rocosas en forma de dinosaurios, camello, la careta de china diabla y aves, esculpidas por erosión del viento y la lluvia.
Visitar Jayllihuaya es reencontrase con la naturaleza y su antigua civilización Lupaca, por dicho territorio pasa una de las rutas del Qhapaq Ñan, el sistema de integración vial Andino que permitió a los incas articular política, económica y socialmente a pueblos del Tahuantinsuyo.